Propongo, no culpo y no justifico.

El pasado miércoles el presidente de México Felipe Calderón Hinojosa rindió su tercer informe de labores, una vez más alejado de la sede tradicional en San Lázaro.
Calderón Hinojosa sabia más que nadie la importancia de la ejecución dicho informe de gobierno, el tercero, el que marca un antes y un después justo a la mitad del camino sexenal y su estrategia planteada para dicho evento fue la indicada.
Parecía que todo estaba servido para que en Palacio Nacional se celebrara la tercera emisión de la “Kermesse del día del presidente” en la cual la elite de la política nacional, el sector privado, medios de comunicación y demás amigos del presidente se darían cita para aplaudir el compilado de acciones gubernamentales emprendidas durante un año.
Pero el mandatario dejo entrever en su mensaje que ya no es posible continuar con la línea de gobierno dividido en la lucha contra la criminalidad y la recuperación económica.

Resulto muy acertado de su parte el no alardear de los resultados obtenidos hasta la fecha (como la creación de empleos, carreteras y demás acciones de política económica) de las cuales ya habían sido mencionadas con anterioridad en medios de comunicación e inclusive vía telefónica.
Fue sensato y concreto al arriesgarse en proponer la ejecución de diversas reformas, como la reforma en finanzas publicas, la reforma económica y la reforma al sector de telecomunicaciones entre otras, dejando claro que el mismo Felipe Calderón puede arriesgar su popularidad en lo que resta de su sexenio al proclamar dichas reformas, además de arremeter ideológicamente en el Congreso de la Unión contra la llamada primera minoría priista y contra el desangelado PRD (a los cuales les sugirió formar una gran alianza en pro del bienestar de la sociedad mexicana).

La lista de diez propuestas sobre los que se trabajaran con prioridad durante el resto del sexenio, es un claro ejemplo de las intenciones propositivas presidenciales, ante el claro ejercicio de “prueba y error” que hizo evidente el mandatario durante el informe de gobierno, al citar la insuficiencia en cuanto a aspiraciones como Estado y al reconocer que la obtención de dichos resultados podrían estar aun muy lejanos.
Habrá que esperar al próximo 8 de septiembre, cuando la Secretaria de Hacienda presente el presupuesto destinado para el 2010, mismo que tendrá que concordar con lo dicho por Calderon Hinojosa o se estaria atando una soga al cuello.

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